Una buena filloa
debe ser prácticamente transparente, tienen que ser tan finas, que sus bordes
deberían parecerse a un encaje de bolillos.
Para degustarlas en
su pleno sabor, las filloas no deben de estar ni muy frías, ni muy calientes.
Mi madre, cuando
éramos pequeñas, solía hacernos para merendar una torre de filloas, las
cantidades dependían de los comensales en esos momentos, porque aunque fijas
éramos las tres hermanas, rara vez no acoplábamos a los que amig@s y prim@s que
estaban jugaban en ese momento con nosotras.
La escena que más
clara tengo, es de cuando vivíamos en RD; mi madre sentada en una silla
infantil y con el plato de filloas en las rodillas repartía tortillas a diestro
y siniestro a una tropa de niños que esperábamos como pajaritos a que mi madre
envolviera una a una con el tenedor y
nos la diera.
Otro recuerdo, ya
más mayorcita, es la pelea con mi abuelo (en Galicia) cuando en la matanza
hacía que mi tía hiciera filloas de sangre he insistía en que comiera más, si
fueran de las “normales” seguro que no hacía falta tanta insistencia, pero
estas eran de sangre, por lo que me echaban un poco (bastante) para atrás, no
obstante una, solo una, sí que me comía, y es que mi abuelo hasta que no lo
hacía no paraba…. (I miss U PapaPepe).
Mi abuelo solía
decir que las mejores eran aquellas que
tenían un negro “acharolado”, dicho esto, siempre venía la consecuente explicación
de mi tía que si quería que tuvieran un negro tan intenso había que echarles
más sangre y entonces quedarían como suela de zapatos, bla, bla, bla…..otro de
mis fantásticos recuerdos.
Recomiendo tener una sarter (folloeira) exclusivamente para hacer este manjar, de esta manera garantizamos que no se peguen.
Ingredientes para 4 personas:
- 2 HUEVOS
- 1 pizquita de SAL
- 2 cucharadas de AZÚCAR
- 8 Cucharadas colmadas de HARINA (160g)
- ¼ litro de LECHE DESNATA o mitad leche entera y agua
- MANTEQUILLA (Si tienes un trozo de tocino sin magro, mejor usar este….pero como no suelo tenerlo a mano, uso mantequilla)
Si se hace a
máquina, batir todos los ingredientes y listo.
Pero si lo haces a
mano hay que tratar de que no queden grumos.
Si así fuera, pasar
la mezcla por un colador antes de cocinarla.
Batir bien los
huevos junto con la sal y el azúcar.
Incorporar la harina
y remover hasta obtener una masa homogénea y lisa.
Incorporar la leche con
el agua poco a poco hasta que esté totalmente integrada.
Si tienes tiempo,
dejar reposar la masa al menos media hora.
Con ayuda de una
servilleta con mantequilla (su usas
tocino, pincharlo en un tenedor) untar ligeramente la superficie de una sartén
anti-adherente que esté bien caliente y a fuego medio.
Echar la mezcla
necesaria en el centro de la sartén hasta que ocupe aproximadamente 2/3 de la
superficie.
Inmediatamente,
coger la sartén por el mango, realizar
movimientos circulares para expandir la crema por toda la superficie.
El objetivo es que
quede lo más fina posible y sin zonas con “faltas”.
Cuando el lado en
contacto con la sartén esté ligeramente dorado, separa los bordes de las filloas
con ayuda de utensilio plano y que no ralle la sartén.
Siempre se ha usado
un cuchillo, pero hoy en día disponemos de estupendas espátulas de silicona que
nos garantizan no rallar la sartén.
Seguidamente dar la
vuelta a la filloa con ayuda de la espátula o simplemente con los dedos.
Dorar ligeramente la
otra parte, y retirar la filloa poniéndola en un plato.
Espolvorear azúcar
al gusto. También se le puede poner canela.
Tapar con un paño de
algodón limpio para que el azúcar empape la masa.
Hacer otra filloa, poner
encima de la primera.
Espolvorear sobre la
nueva azúcar (y canela).
Tapar con el paño.
Repetir estas
operaciones hasta acabar la mezcla.
Si no se van a
consumir en ese momento, es mejor tapar la torre de filloas con una paño seco
hasta su consumo.
Al cabo de unos
minutos, debido al calor de las filloas sobre el azúcar, presentan un brillo debido
a que el azúcar se ha convertido en almíbar.
Hola guapa, pues como gallega que soy las filloas en casa se hacen con mucha frecuencia y siempre son bien recibidas, que sepas que te han quedado maravillosas. Las de sangre en casa se siguen haciendo y están deliciosas jaja, a mi hija le pasa como a ti, con la diferencia de que nunca la metió en la boca, lastima de un par de tu platito...Bess
ResponderEliminarQue sabrosa receta, sería delicioso prepararlo el fin de semana. Aunque no soy muy buena cocinando, me gusta mucho las los dulces y los postres.... Gracias por la receta.
ResponderEliminarTambién te envió algunas recetas de mi país: Recetas de Caldos