Esta
tarta está pintada a mano con pincel y creo que es una de mis
favoritas.
Hacía
tiempo que me apetecía pintar una tarta pero no me imaginé nunca que iba a empezar
con el estilo “plumilla”, trabajando básicamente con la línea y no con
pinceladas de color como pensé en un principio.
No
tenía ni idea de cómo empezar….. y por no tener, no tenía ni pinceles tan
finos.
Así
que lo primero que tuve que hacer es ir a una tienda de pintura y…..madre mía
lo que hice!!!.....casi me vuelvo loca, no es que lo quisiera todo (porque no
tenía idea para que servía) es que de repente tenía una necesidad imperiosa de
ir a clases de pintura.
Siempre
pensé que cuando me jubilara asistiría a clases, pero desde ese día sé que
tendré que adelantar este proyecto SI o SI.
Hasta
ahora lo único que he hecho es hacer dibujos en clase, en cursos, durante las
reuniones o cuando hablo por teléfono. Y es que cuando hablan logro
concentrarme más con un lápiz en la mano, ni idea si eso es normal, pero a mí
me funciona.
Así
que dada mi larga experiencia en reuniones y cursillos “dibujables”, cuando vi este dibujo dije: si lo hago en mi
libreta de bocetos sin tener que borrar nada, lo hago en la tarta. Al día
siguiente me fui a comprar los pinceles.
No
os podéis imaginar lo que disfruté haciéndola y lo mejor fue cuando me levanté
de la silla, me aparté de la mesa y vi la tarta en su totalidad…blanco y negro….me
encanta.
Cuando
la tía de mi marido me llamó para encargarme la tarta de su hija, sabía que
tenía que hacer algo muy smart and special, y es que mis hijos la
quieren mucho ya que más de una vez ha sido su niñera para ayudarme a conciliar
el trabajo con el horario escolar.
Un besito Irene.
Una delicia y que preciosa te quedó.Besosss
ResponderEliminarMuy chula!! A mi lo de pintar Tartas me encanta...son de mis favoritas!! Besotes
ResponderEliminarCon la boca abierta me he quedado!! Increible!!
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